IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Alma interpolar

Sara Yin, 16 años

                  Colegio Iale (Valencia)  

Día 1

Hoy es mi primer día en este planeta, al que debería llamar “Casa”. En mi maleta guardo las coordenadas de mis familiares. Me siento tentado a volver al planeta donde me aguarda mi hermana junto a todas las cosas que me han pertenecido desde que nací, pero he llegado tan lejos para encontrar mis raíces y no debo echarme atrás. Llevo demasiado tiempo esperando a que los viajes interplanetarios bajen de coste...

La nave está aterrizando. Tengo que bajar.

Día 2

Me he alojado en un hotel cerca de la Zona Roja. No esperaba que hubiera tanta humedad: es difícil ver el cielo y el ambiente está tan cargado que rompo a sudar en cuanto salgo a la calle. No tendría que haber venido en verano, pero es ahora cuando los precios son más asequibles.

Es sorprendente ver cómo la gente no se asusta ni se burla al ver mis rasgos silestes, aunque es normal dado que estoy en Silici. Mis ropas son poco comunes, pero fuera del estilismo nadie parece notar que no nací en este planeta. Da gusto no tener que preocuparse por lo que piensan los demás.

Día 3

Son iguales que en el vídeo. Mi tía es muy atenta conmigo, al igual que mi tío, aunque no tengamos la misma sangre. Se me hace raro tener a esta gente como familia;su cercanía no me resulta incómoda, pero no es fácil acostumbrarse a tantas atenciones desinteresadas. La pequeña Delou me ha estado observando desde detrás de la puerta con recelo mientras que su hermana mayor, Dela, me ha ignorado casi por completo, enfrascada en su ordenador.

Día 4

Mis tíos me han enseñado sus terrenos. Tienen muchos planes para el futuro de sus hijas y eso me hace preguntarme si les concederán el derecho a elegir su destino... Espero que sí, lo que hace preguntarme si podré volver a visitarlas como para verlas en su etapa adulta.

Delou ha sido muy simpática y juguetona una vez ha dejado de tenerme miedo, y Dela ha empezado a interesarse por mi moda terrestre. Dice que quiere ser diseñadora, como yo.

Día 10

Hoy me despido de mis tíos. Mañana iré a ver al resto de mi familia, que se encuentra en otro continente. Después de esta experiencia, me he dado cuenta de que no hay un lugar exacto al que pueda llamar casa. En la Tierra soy un extraterrestre y aquí soy el sileste que nació en la Tierra... Delou dice que soy de alma interpolar, que mi casa está en ambos sitios y en ninguno a la vez. <<Qué envidia, dos casas...>>, dice. Pero en realidad soy yo el que la envidia a ella.

Día 35

He visto a mis abuelos llorar mientras me adentraba en la lanzadera. Desearía poder quedarme más tiempo, pero tengo que atender mis obligaciones en la Tierra.

Lamento mucho que mi hermana no haya podido venir conmigo para compartir la experiencia. Ella ya ha construido su familia en la Tierra y no puede abandonar a sus hijos y a su marido. La envidio: ha tenido la suerte de encontrar un humano que la quiera a pesar de los prejuicios que tienen respecto a nosotros. Sin embargo, tras conocer mis raíces silentes, confío encontrar otro sileste como yo, un alma interpolar entre la escasez que esconde el planeta donde se encuentra una de mis ‘medias casas’.