XIII Edición

Curso 2016 - 2017

Alejandro Quintana

El mismo patrón

Arturo Martín Colino, 14 años 

                                      Colegio El Prado (Madrid)  

—¡Qué gran película! —exclamó un amigo mío cuando abandonamos el cine.

Sin embargo, yo no le escuché, absorto como estaba en los espectadores que abandonaban la sala al mismo tiempo que nosotros. Me había llamado poderosamente la atención que, al menos cuatro de ellos, vestían de manera muy parecida a la mía y a la de mi amigo. Se me antojó extraño que nos hubiéramos uniformizado de tal manera, y así se lo comenté. Él se encogió de hombros y se limitó a responderme:

—Ya sabes: manda la moda.

Al principio me mostré reacio a admitir que la justificación fuese tan sencilla. Sin embargo, tras meditar un rato descubrí cuánta razón llevaba, y que al decir “moda” no solo se refería a nuestra forma de vestir, pues en España los jóvenes convivimos con unas mismas señas de identidad: utilizamos las mismas frases hechas, sacadas de series televisivas; mandamos mensajes en desmesurada cantidad por whatsapp; aun conociendo la adicción que conllevan los dispositivos móviles, no estamos dispuestos a prescindir de ellos; vamos a divertirnos a los lugares donde acude la masa, etc.

—El problema llega cuando nos preguntan el porqué.

—¿Tú qué responderías? —quiso saber mi amigo.

—Supongo que lo mismo que tú: «porque lo hace el de al lado», aunque no tenemos valor para reconocerlo.

Al redactar el borrador de este artículo, quise incluir una cita de Einstein como argumento que sostuviera mi opinión. Como habrían hecho tantos jóvenes, me limité a buscar en mi navegador «citas de Einstein» y a copiar la que más me agradó: «La persona que sigue a la multitud, normalmente no irá más allá de la multitud. La persona que camina sola, probablemente se encontrará en lugares donde nadie ha estado antes». Pues bien, resulta que la susodicha sentencia no es de Albert Einstein sino de un tal Alan Ashley-Pitt, fabricante de posters de los años sesenta del pasado siglo. Tenía razón, a pesar de todo: si en vez de seguir al mundo, ingenuo de mí, me hubiese molestado en comprobar la autoría de la cita, no tendría que estar rehaciendo este artículo. Pero volvamos a la salida del cine.

—El problema no está en que todos vistamos de la misma manera —le dije a mi amigo—, sino en que, a pesar de vistamos todos bajo el mismo patrón, a ver quién es el listo que es capaz de afirmar que se pone estos pantalones, estas deportivas y esta sudadera porque le encanta lo que lleva.