V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

Fama fácil

Jorge Simón, 16 años

               Colegio Vizcaya (Bilbao)  

Abundan en televisión los programas del corazón donde se destripa la vida de personas que son famosas por tener relación con otra persona conocida. Se dan casos en los que la cadena de lazos tiene hasta más de cuatro eslabones.

Antiguamente una persona era famosa por demostrar sus cualidades en algún aspecto artístico o intelectual: el teatro o el cine, un deporte, cantando… Solamente era conocida esa persona. Ni la vida de sus parientes ni la de sus amigos interesaba a nadie. Además, sólo se contaban sus hazañas profesionales, no actividades de la vida cotidiana, normales para cualquier mortal, totalmente irrelevantes, carentes de interés.

Hoy se puede llegar a ser famoso siguiendo dos caminos distintos: uno es trabajar duro en la profesión a la que te dediques para adquirir un prestigio; el otro es simplemente conocer a una persona famosa y aprovecharse de ella.

Hay gente que acude a los programas del corazón para contar anécdotas compartidas con la persona famosa que ha conocido, recibiendo a cambio una gran cantidad de dinero que puede superar al sueldo que muchos trabajadores durante meses, lo que induce a que muchos jóvenes prefieran el camino fácil para tener un futuro asegurado, de modo que se centran más en sus relaciones sociales que en los estudios. Otro ejemplo son los participantes de los reality shows, donde el único requisito exigido a los concursantes es tener una personalidad extraña, con el fin de que surjan facilmente conflictos que provoquen una mayor audiencia.

Deberíamos dar menos importancia a estos programas y a todas aquellas personas que han alcanzado la fama a través de una cadena de relaciones, otorgándosela únicamente a aquellos como fruto de su inagotable esfuerzo.