VII Edición

Curso 2010 - 2011

Alejandro Quintana

Hoy es el mañana que nos preocupaba ayer

Regla Álvarez Arévalo, 15 años

                 Colegio Entreolivos (Sevilla)  

Sufrimos una querencia generalizada, contagiosa incluso, de observarnos en la bola de cristal de nuestra imaginación:

¿Seremos la más guapa de la fiesta? ¿El chico más exitoso? ¿Conseguiré la media en Selectividad que necesitaré para entrar en la carrera que me gusta? ¿Aprobaré todas las asignaturas de la próxima evaluación?...

Con esas preguntas retóricas fabricamos nuestras peores pesadillas, que resuenan una y otra vez intentando salir afuera en forma de grito con el que poder liberarnos de tantas presiones a las que estamos sometidos.

Al desvelarnos con las incógnitas del futuro, estamos dejando pasar el presente, desaprovechando las oportunidades que se nos ofrecen a lo largo del día.

Vivimos angustiados sobre lo que nos deparará el mañana, sin conocer si llegaremos a vivirlo. Y cuando llega, nos preguntamos si tanto estrés, noches sin dormir y hasta cinco cafés seguidos, han valido la pena. Porque, aunque hayamos sido los mejores estudiantes de nuestra promoción y hayamos triunfado en todas las fiestas, lo que está muy bien, ¿mereció la pena obsesionarse con el futuro y desatender el presente en el que la vida nos sonreía?

Todo llega; no nos tenemos que angustiar sino centrarnos en el presente. Debemos hacer todo lo posible por cumplir nuestras expectativas, sin olvidar que merece la pena disfrutar cada segundo de vida como si fuera el último.