XVII Edición

Olas 

Claudia García Plaza, 15 años

Colegio Sierra Blanca (Málaga)

Las olas rompen contra las rocas y cubren sus ojos. Es tal su fuerza que apenas puede respirar. Su visión está nublada y desconoce lo que le deparará el siguiente segundo, mientras le inmoviliza una sensación de angustia que le impide reaccionar. 

Quizás lleva demasiado tiempo luchando contra la misma ola. No puede soportarlo por más tiempo. ¿Le habrá llegado el momento de hundirse, de abandonar? Aquellos a quienes más quiere le gritan desde la orilla, le suplican que se quede. Ella quisiera, pero es demasiado pesada la carga de la enfermedad y el dolor. 

Entre las voces distingue la de su madre: 

–¡Cariño… Puedes conseguirlo! 

Trata de salir a la superficie, pero su cuerpo no le responde. Aún así, busca fuerzas donde no le quedan y lo intenta una vez más. Pasan los minutos y todavía no ha logrado emerger. Aunque ha hecho grandes esfuerzos por mantenerse a flote, no lo ha conseguido.

Desde la orilla vuelven a implorarle que luche. Ella piensa que si supieran lo mucho que está sufriendo en ese momento, la dejarían tranquila. Pero no puede culparlos. Está extenuada. Los ojos se le cierran despacio. Por esta vez no va a impedirlo.

Las voces de su familia y sus amigos se apagan en la lejanía. Desaparecen como desaparece el sufrimiento, como se deshacen en su recuerdo los hospitales en los que durante tanto tiempo había vivido. 

Las olas del mar le mecen ahora como si de una dulce nana se tratase. 

Está en paz.