XIII Edición

Curso 2016 - 2017

Alejandro Quintana

Permiso para cambiarte

Ana Santamaría, 15 años

                Colegio Tierrallana (Huelva)  

Querida sociedad:

Esta vez no seré yo quien venga a juzgarte. No seré yo quien te escriba con ánimo de ofenderte, ni de quejarme por lo perdida y egoísta que te has vuelto. Hoy no vendré a hablarte de tus ridículas manías, ni de la manera en que poco a poco te estás autodestruyendo.

Al revés. De ahora en adelante me gustaría defenderte —defendernos a las dos—. Quiero que sepas que he comprendido que tú y yo no vamos por caminos distintos; yo soy parte de ti y tú sin mí no existirías tal como eres.

Por eso quiero manifestar mi derecho a cambiar lo que no me gusta de ti, porque me he cansado de escribirte y no recibir respuesta. Ya no quiero quejarme de todos tus defectos, porque hoy he descubierto que parte de ellos son también míos. Así que ya no voy a echártelos en cara, ni a ti ni a mí, porque he decidido ser la protagonista de mi vida. Y he querido contártelo porque me temo que esta decisión te afectará de algún modo.

A partir de hoy mismo, me levantaré del sofá y lucharé contra viento y marea para demostrar que mis decisiones son las que marcan mi camino. Soy consciente de que a todos nos ocurren cosas que nos duelen —y créeme, a veces es difícil levantarse tras ciertas caídas—. Sin embargo, es ahí donde está la clave, el sentido que tantas veces le buscamos a la vida y que luego acabamos encontrando en lugares en los que antes ni se nos hubiera ocurrido mirar.

Así que hoy voy a asumir que todos tenemos poder de decisión para conseguir cualquier cosa, incluso para hacerte a ti, querida sociedad, todo lo comprometida, optimista y feliz que podamos. No voy a conformarme con menos, porque he ampliado mis horizontes. Cuando una persona sueña, es capaz de llegar tan lejos como se proponga, y yo quería avisarte de que ya he empezado a construir mi propio destino, y el tuyo también.

No te diré que lo siento si te ves salpicada por mi decisión, porque ese es precisamente mi objetivo. A partir de este momento, ambas comenzaremos a cambiar.