V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

Bicho raro

Rodrigo Penadés, 14 años

                 Colegio El Vedat (Valencia)  

Hoy día, lo normal a mi edad es tener móvil, una cuenta de correo o de Messenger, la última consola del mercado, un “mp4”, llevar puesto encima alguna ropa de marca y, si puede ser, superior a los sesenta euros… Como alguien se entere de que no tienes cualquiera de estas cosas se arma la de San Quintín,es decir, pierdes toda tu reputación o, lo que hoy es más grave, tu buena imagen.

Sé que no exagero: vivo este fenómeno desde que tengo conciencia. Al menos, en casa me han enseñado qué es necesario para ser feliz y qué no, que las cosas materiales hay que cuidarlas, que el dinero no nos sobra y que, además, cuesta mucho ganarlo.

No se me hace extraño contemplar la cara de asombro de algún amigo cuando se entera de mis “rarezas”. Sus ojos parecen decir: “¿Cómo puede vivir así?”.

Si se trata de algún compañero, el gesto es de extrañeza, como si tuviese delante a un bicho raro. Pero reconozco que me voy acostumbrando a este tipo de situaciones.

Lo mejor de todo es que aún me encuentro aquí. Si, sobrevivo a esta extraña sociedad consumista, de la cual no me excluyo, ya que caigo en sus redes muchas veces sin darme cuenta.

Tengo, eso sí, el recuerdo de los campamentos. Si alguno de ustedes han participado de alguna acampada, es posible que a la vuelta sus padres les contemplaran con asombro, como queriendo expresar: “¡Cuánto ha cambiado!, se le nota que está más servicial, que es más feliz”. Al menos, a mí me ha sucedido en los campamentos a los que voy, en donde lo importante es que para disfrutarlos me tuve que preocupar más en dar (mi tiempo, mi servicio) que en recibir o en comprar.