VI Edición

Curso 2009 - 2010

Alejandro Quintana

Asesinato sin culpable

Lucía Salgado, 14 años

                   Colegio Pinoalbar (Valladolid)  

El día amaneció oscuro, y desde el cielo plomizo se arremolinaban los copos de nieve hasta cubrir las calles con un manto blanco e inmaculado. El pueblo dormía mientras el humo escapaba por las chimeneas, que permanecían encendidas desde la tarde anterior, cuando la nieve había empezado a caer hasta sitiarles.

Un grito rasgó el silencio. Los habitantes del pueblo salieron de sus casas, en pijama y enfundados en bufandas y batas, buscando el origen de tal desgarrador llamado. Los vecinos se reunieron en la plaza, en donde una pareja de ancianos se hallaba al lado de la fuente, pálidos y asustados.

Durante un tiempo, nadie dijo nada, nadie se movió. Sólo se escuchaban los sollozos de la anciana. El gélido viento que azotaba el pueblo, perturbaba la atmósfera de terror, en la que todo el mundo se hallaba envuelto.

Cuando descubrieron la causa del llanto de los ancianos, todos se horrorizaron. Tras retirar la nieve que cubría a la fuente, pudieron contemplar el cuerpo de un hombre atrapado en el hielo.

Llamaron a la policía. A pesar de que el pueblo estaba incomunicado, los agentes lograron llegar ayudados por una máquina quitanieves. Pero no conseguieron identificar a la víctima. La investigación de lo que el forense había catalogado como “asesinato”, no fue fructífera, dado que, descartándose como sospechosos a los ancianos que descubrieron el cadáver, no se pudo señalar a un culpable. Las huellas habían sido borradas por la nieve y parecía imposible escapar del pueblo en aquella condiciones climatológicas.

Desde entonces, la sospecha corroe a los vecinos del que, hasta aquella jornada, había sido un pacífico pueblo.