X Edición

Curso 2013 - 2014

Alejandro Quintana

Carlos

Reyes Hernández, 14 años

                 Colegio Entreolivos (Sevilla)  

Observaba las estrellas. Sabía reconocer algunas constelaciones. Con el tiempo y el estudio, conseguiría dominarlas todas.

El cielo parecía un cuadro de infinita profundidad. ¿Dónde acabaría? ¿Tendría un final? Por mucho que intentase descubrirlo, estaba fuera de su alcance. Pero no le importaba no alcanzar ciertas cosas; disfrutaba con los pocos talentos que tenía.

Ver las luces era lo que más le gustaba. Tumbarse y sentirse pequeño ante una cosa tan magnífica, tan majestuosa. Sobre todo en julio, con la lluvia de estrellas. Era entonces cuando se imaginaba que el firmamento era como una carrera de obstáculos en la que los contrincantes luchaban por llegar a la meta: el impacto con otro astro o su desaparición.

Carlos solo tenía siete años y ya soñaba con ser astrólogo, gracias a su madre, que por su sexto cumpleaños le había regalado un proyector del que disfrutaba cada noche.