XV Edición

Como un coche mal
aparcado

Jaime Llop, 16 años

Colegio Munabe (Vizcaya) 

La mujer entra puntual, como siempre. Camina por la sección de Historia. Se detiene y pasea sus elegantes dedos por los lomos de los libros, como si pudiera extraerles información con tocarlos.

Sus manos seleccionan una biografía. La abre, saca un papel de su bolso y lo coloca en la mitad de las páginas antes de volver a colocar el volumen en su sitio, pero lo deja de tal manera que sobresale un poco respecto a los demás libros, como un coche mal aparcado. Unos minutos después de ojear las baldas, escoge otro libro y desaparece con él por el laberinto de estanterías.

Salgo de mi escondite pensando que es mi oportunidad para hablar con ella. Me imagino cómo será la conversación:

—Perdona, ¿se te ha olvidado este papel? —le diré

—¡Sí! Muchas gracias —. Me sonreirá—. ¿Cómo te llamas?

—Juan –Yo también la sonreiré–. ¿Quieres venir a la caferería? Te invito a tomar algo conmigo.

No hay tiempo que perder en marañas de ficción, y menos ahora: si tardo demasiado, ella se habrá marchado.

Llego a toda prisa al lugar donde hace un momento estaba ella. Resalta el libro mal colocado, la biografía que consultó. Rápidamente paso las hojas y encuentro el papel. Por fin tengo una excusa para hablarla.

Sólo falta que ahora la encuentre. Pero… en la nota hay algo escrito:

<<Deja de espiarme>>.