III Edición
Curso 2006 - 2007
Conversación
Nuria Díaz Argelich, 17 años
Colegio Canigó (Barcelona)
-Mamá, ¿qué es el mar?
-El mar es un murmullo que crece con las olas, salpica con la brisa y huele con el viento. El mar es azul, es verde e irisado.
-¡Oh, el mar!
-Si te acercas, te hace una húmeda caricia. Así. ¿Lo sientes?
-¡Lo siento!
-Es agua pero con sal. Prueba.
-¡Con sal!
-A veces amable, a veces sereno. Otras, terrible.
-¿Terrible?
-Ruge y embiste, hace subir y bajar los barcos, abraza a oleadas las naves que surcan sus aguas. Juega con ellas hasta arrastrarlas a un sepulcro de arena y coral.
-¿Coral?
-Es la flor de los mares, rosada, débil como el cristal. Australia se engalana con un gran collar de coral.
-¿Y el viento, mamá?
-A ése ni yo puedo verlo. Nadie lo ha visto, sólo lo oímos. Juega a rizar las olas, juega a esconderse tras los árboles, a silbar entre el cabello. ¿Lo oyes?
-¡Lo oigo! ¿Y el cielo?
-El cielo es una gran bóveda azul. Ahora cuelgan de él el sol y las nubes. Por la noche se enciende con mil luces blancas y vela, como yo, tu sueño.
-¿Azul? ¿Blanco?
-Azul es una caricia, suave como tu osito. Blanco es frío como la nieve.
-¿Y Rojo?
-Rojo es el crepitar del fuego. ¿Te acuerdas?
-¡Me acuerdo! ¿Y Verde?
-Verde es la danza de la hierba del jardín. Amarillo... Amarillo. Gírate, cara al sol, aunque no puedas verlo. ¿Notas cómo acaricia y caldea tu piel?
-¡Amarillo!
-Come esto. Es Naranja.
-¡Mmm! ¡Naranja!
-Falta Negro. Negro es... lo que tienes delante.
-¡No me gusta Negro, mamá! Prefiero la suavidad de mi osito, el frío de la nieve, el crepitar del fuego, el danzar de la hierba, el calor del sol y el sabor de la naranja. ¿Y esto mojado que ha caído sobre mi mano, mamá? ¿Llueve?¿Es agua? ¿Es mar?
-No, Guillermo, no. Sólo es..., una lágrima.
-¿Qué es Lágrima?
-Te lo enseñaré otro día, Guillermo. Hoy, juega a imaginar, vive imaginando.