X Edición

Dar y recibir

Gema Mª Rodríguez Grediaga, 15 años

                 Colegio Pineda (Barcelona)  

Estábamos en clase con nuestra tutora. Nos pidió que escribiésemos en una libreta si teníamos intención de estudiar Bachillerato en el colegio o si preferíamos cambiarnos de centro. Si decidíamos quedarnos, teníamos que especificar qué tipo de Bachillerato escogeríamos entre el abanico de posibilidades que el colegio nos ofrece.

Fue en ese momento, mientras oía a mis compañeras comentar entre ellas cuáles eran sus intenciones y motivos, cuando entendí que no valoramos lo que tenemos. Sin pensar con profundidad en nuestro bien, andamos siempre buscando cambios inmediatos, posibles satisfacciones momentáneas en una huida hacia adelante que muchas veces no tiene vuelta atrás.

Las que no quieren continuar en el colegio, usan como argumento su mala relación con algunas profesoras o la enemistad con determinadas compañeras, o que si no les convence el ideario que identifica a este centro o que si no les ofrece el Bachillerato que a ellas les interesa…

Somos un poco desagradecidos: nos lo han dado todo, pero muchas veces no vemos el esfuerzo que los demás han puesto para hacernos crecer, madurar, poder llevarnos hasta dónde ahora nos encontramos. En lugar de valorar todo el trabajo que hay detrás de cada situación en la que nos encontramos, no se nos ocurre nada mejor que protestar.

Tal vez exigimos a los demás (a nuestras profesoras) cosas que nosotras no queremos dar. Y digo querer, la voluntad de dar o devolver, porque la capacidad la tenemos, y de sobra.