X Edición

Curso 2013 - 2014

Alejandro Quintana

De paseo con Lincoln
por la quinta dimensión

Irina Galera, 16 años

                 Colegio Grazalema (El Puerto de Santamaría)  

Sacaría un diez en Matemáticas, podría aprender chino en un minuto y me sobraría tiempo para un poco de Alemán; escalaría el Everest haciendo el pino y lo bajaría en bicicleta; generaría energía a partir de un cabello, un bote de quita esmalte o una cerilla sin provocar un incendio devastador; tardaría cinco minutos en ir de mi casa a Singapur y una hora desde el salón hasta la cocina. Haría un viaje en el tiempo para cocharle los cinco a Abraham Lincoln; tocaría la guitarra con los dedos del pie, me tomaría un helado caliente y contaría hasta diez empezando por treinta.

Volaría usando una cartulina, el cargador del móvil y una armónica; ganaría corriendo de espaldas a Usain Bolt y pondría un dibujo en la capilla Sixtina; me daría un paseo por la quinta dimensión, entendería una metáfora de Góngora y sabría el último dígito del número Pi; descubriría la Antártida en el trastero de mi casa, iría de excursión a Marte y le enseñaría a los extraterrestres bailar La Macarena; aprendería la magia más poderosa y me dedicaría a hacer trucos de cartas. Le ganaría un pulso a Superman.

Tendría un rotulador permanente inagotable, daría la vuelta al mundo sobre un avión de papel sin despeinarme, compraría una pizza en Macdonald y conocería al diseñador de la letra Times New Roman; me sabría el Adeste Fideles en sueco, le haría un regalo a Papá Noel y construiría un castillo sobre las nubes.

¿Acaso es imposible que un humano haga todo esto?...

“Nada es imposible” es una conocida frase sobre explotada por anuncios de todo tipo: Coca-cola, Lotería, zapatos, ropa interior, pasta de dientes... También se ha utilizado como título de películas, canciones, libros, grupos de Facebook y hasta en carteles. Es una pena que el compositor de esta célebre frase no cobrara derechos de autor; ¡seria millonario!

En este caso y sin que sirva de precedente, podríamos hacernos caso de la publicidad: “nada es imposible”. Yo estoy de acuerdo; una persona con dedicación y empeño, dispuesta a esforzarse, podrá conseguir cualquier meta que se proponga.

Para terminar, Oberth, Hermann, que no sé quién es, dijo: “No hay nada imposible en el mundo, sólo hay que descubrir los medios para conseguirlo”.