V Edición

Diez minutos

Irene Barrio, 14 años

                   Colegio Alcazarén (Valladolid)  

Diez minutos... Seiscientos segundos... Un momento. Diez minutos pueden cambiar la vida de una persona por la de otra. Aquellos diez minutos en la sala de espera del hospital lo cambiaron todo. Esperábamos una nueva vida en brazos de su madre, Lourdes, pero la vida da muchas sorpresas y, a veces, las cosas cambian.

Todo empezó en enero, cuando recibimos la noticia de que Lourdes, que ya tenía seis hijos, estaba de nuevo embarazada. Para ella, lo primero era su familia. Pero a las pocas semanas, le informaron que el nacimiento de un nuevo bebé podría producirle graves daños. El medico le sugirió un aborto, pero ella se negó. Lourdes creía en la vida.

Cuando cumplió los nueve meses de embarazo, después de haber disfrutado de un magnífico verano junto a los suyos, se puso de parto. Y tal como estaba previsto, el nacimiento se complicó: el bebe estaba del revés y tuvieron que hacer una cesárea a la madre. El pequeño nació sin problemas, pero Lourdes empezó a desangrarse. Durante aquella noche se debatió entre la vida y la muerte. Cuando, finalmente, los médicos nos dijeron que había cesado la hemorragia, pasaron diez minutos, diez minutos en los que celebramos que Lourdes se iba a recuperar. Pero en el último instante, Lourdes falleció.

Nuestros rostros se apagaron. No había consuelo.

Pero lo que hoy hace que aquella tristeza y sacrificio valiera la pena es lo que Lourdes nos entregó: una vida pequeña e indefensa.

Lourdes vivía contracorriente. Cuando todos relativizamos el valor de la vida, ella dio la suya por la de su hijo.