X Edición

El cine

Irene Cánovas, 14 años

                  Colegio Iale (Valencia)  

Que ansioso estoy… Antes todo era rutina pero, ahora vivo con el deseo de que lleguen los miércoles, pues salgo con mis compañeros, cada cual con sus mejores galas, y nos vamos al cine.

A mí me encanta el cine. Incluso me da igual la película porque todas me gustan, me entretienen.

El pasado miércoles nos acercamos a nuestro cine de barrio, llegamos a la taquilla y pedimos las entradas para uno de los estrenos de la semana. Antes de que se abriera la sala, nos sentíamos impacientes y felices. No había muchos espectadores, pero cuanta menos gente mejor se escucha la película.

Llegamos a nuestros asientos de siempre, junto al pasillo. Mi compañero se acomodó y yo, como de costumbre, me senté sobre mis patas traseras para luego tumbarme disfrutar del espectáculo. Ya iba a empezar la película. Comencé a mover el rabo, feliz. Mi compañero, que es invidente, había puesto en la película todos sus sentidos, salvo la vista, claro, y yo también la disfrutaba con mis caninos ojos, que ven en blanco y negro.