XVII Edición

Curso 2020 - 2021

Alejandro Quintana

El libro que me abrió
las puertas de los sueños 

Esther Delgado, 14 años 

Colegio Tierrallana (Huelva)

“If you don’t like to read, you haven’t found the right book” (“Si no te gusta leer es porque aún no has encontrado el libro indicado”). Así se traduce la mítica frase que dijo una vez J.K. Rowling, escritora británica y autora de la famosísima saga de libros protagonizados por Harry Potter.

Esta sentencia es un gran acierto. Al menos en mi vida. A los diez años yo era una niña que detestaba la lectura. Prefería dedicar el tiempo libre a ver la televisión, a dar paseos con mis amigas, a hacer deporte o a realizar cualquier otra actividad con tal de no leer. De hecho, evitaba enfrentarme a las novelas que nos recomendaban en el colegio y detestaba, muy especialmente, los ejercicios de comprensión lectora, que para mí eran un verdadero martirio. 

Poco después llegaron los títulos de lectura obligatoria en la ESO, de los que ya no me pude escapar. El primero fue la obra teatral “La dama del alba”. Por suerte los leíamos en clase entre todos los alumnos. Confieso que me escondía detrás de mi ejemplar para pasarle desapercibida a la profesora, que era quien nos iba requiriendo.

Así seguí durante varios años más, hasta que llegó a mis manos una novela que ha cambiado mi percepción sobre la Literatura: “Wonder. La lección de August”, de R.J. Palacio. Esta sencilla narración me llevó a conocer a un chico que sufre una gran deformidad en el rostro, por la que se ha sometido a numerosas intervenciones quirúrgicas. Por primera vez en su vida sus padres le matriculan en el colegio, donde a pesar de sus temores iniciales es aceptado y querido por sus amigos y profesores. La manera en que la autora relata cada capítulo me abrió los ojos a la belleza de escritura, y quedé enganchada desde la primera página hasta la última, con el deseo de que no se terminara.

Desde entonces me aficioné a leer, y cada semana he ido experimentando nuevas aventuras con un sinfín de libros, que me han transportado a nuevos mundos de personajes diferentes, como si viviera la realidad de una colección de sueños desde la primera línea. Por eso, de sufrir alergia a la lectura he pasado a convertirla en una pasión.

A día de hoy sigo embebida a esta actividad constante, que he sumado a todas las demás. A pesar de mis ocupaciones siempre encuentro un hueco para apartarme del mundo y visitar los fantásticos universos a los que te transportan las buenas novelas.