II Edición

Curso 2005 - 2006

Alejandro Quintana

El noble arte del billar

Inés Canals Pou, 16 años

                 Colegio Canigó (Barcelona)  

    ¿Alguna vez habéis jugado al noble arte del billar? ¿Habéis conocido alguna vez algo tan complicadamente entretenido? Lo mires por donde lo mires, es un hermoso juego. Para los que no sepáis de qué hablo, intentaré abarcar con unas simples pinceladas este elegante juego.

    El billar practica en una mesa con tablero de pizarra tapizada. El juego se basa en los choques de las bolas (que pueden ser lisas o ralladas) entre sí y con las bandas. La jugada comienza impulsando una de las bolas (la blanca) con el taco, el cual lleva adosada, en su extremo anterior, una suela de cuero encargada de trasmitir el movimiento. Ésta se cubre cada pocas tiradas con tiza, para evitar que el taco resbale al golpear a la bola.

    Pues bien, en uno de mis días de principianta, me dispuse a tirar. Uno de mis amigos, al ver mi falta de arte y estilo (he de reconocer que no ha mejorado con el tiempo), se ofreció a ayudarme.

    -Mira –me dijo–, sólo debes tener en cuenta un par de detalles. Agáchate de manera que el taco se pueda dirigir tranquilamente y en línea recta hacia la bola blanca. Apunta con él hacia la dirección a la que la quieres dirigir. No, así no. Tienes que colocar un pie delante del otro. Inclínate más. Pon el taco entre dos dedos y sujétalo con fuerza, pero dejando que se deslice hacia delante y hacia atrás. Apunta. Dale con fuerza a la bola, pero dirígela a una de las bandas, para meterla de carambola.

     Vaya con el par de detalles... Ahora, a intentarlo. Parece fácil, ¿no? Me agacho, coloco los pies, cojo el taco. ¿Y lo de la tiza? No me había dicho nada de la tiza. Bueno, por si acaso yo no pregunté. ¿Y qué sería eso de la carambola? Por otra parte, ¿con qué bolas juego yo: lisas o rayadas? ¡Qué complicado!. Pero le di. ¡Vaya si le di! Di a todas menos a las mías.

    Curioso juego éste, que requiere tanta técnica. Pero no importa. No soy una gran jugadora ni una gran estilista. Yo cojo mi “palo”, le doy a la pelotita e intento meterla en cualquiera de los agujeros. Y la tiza, de vez en cuando, la uso para manchar al que tengo al lado.