X Edición

El reencuentro

Inma Villanueva, 15 años

                 Colegio Pineda (Barcelona)  

Juan entró en la sala, que estaba llena de familiares y amigos. Siguió caminando hasta la silla que le correspondía, entre su madre y su novia, y se sentó.

Su padre estaba delante de él. Reunió el valor suficiente para mirarlo, pero no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. Hacía tiempo que no lo veía porque habían discutido unos meses atrás y no se habían vuelto a hablar.

Vio que iba muy elegante, como todos los presentes. Normalmente no llevaba ropa tan formal, pero aquella era una ocasión especial. Vestía su mejor traje, de color negro, y una corbata roja. Parecía más tranquilo y pálido que de costumbre, como si le inundara una extraña paz.

Juan empezó a recordar muchos momentos que habían compartido. Pensó en su padre jugando con él en el parque, empujándolo en los columpios, cada vez más alto; cuando de niño se ponía enfermo y cuidaba de él; cada vez que le hacía mirar debajo de su cama, porque creía que allí había un monstruo escondido…, hasta el día de su graduación, con la cámara de fotos en ristre, muy orgulloso de lo que su hijo acababa de conseguir.

Se le llenaron los ojos de lágrimas.

–Lo siento mucho –le dijo su novia.

Y Juan también lo sentía. Se arrepentía de haber apartado a su padre de su vida.

Deseó pedirle perdón, pero era demasiado tarde.

A la mañana siguiente iba a celebrarse el entierro.