III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

El sueño de mi vida

Diego Chica Dueñas, 15 años

                  Colegio San Agustín (Madrid)  

    Cuando yo era pequeño, mi padre me llevaba a pescar. Aunque me costó, junto a él aprendí el argot de ese deporte: aparejo, carrete , sedal... Pronto me aficioné de tal manera, que soñaba poseer un lago en la terraza de casa, donde pescar cada mañana.

    Años después, en mi primer trabajo, comencé a ahorrar para darle forma a aquel sueño infantil. Logré que me nombraran jefe de sección en una de las empresas más importantes de los Estados Unidos.

    Anhelaba convertirme en marido para ser un buen padre de una familia, tener una casa apartada de la gran ciudad, cercana a un gran lago y que tuviera un pequeño desván donde estar a solas con mis aparejos. La primera vez que lo pensé, me pareció una estupidez, pero a medida que pasaban los años me daba cuenta de que realizar aquel sueño sería el motor de todo mi esfuerzo. Durante diez años más, trabaje como director de la empresa en España, y un día, tras salir de la oficina, me presentaron a la nueva directora de Recursos Humanos. Pensé: <<¿podría invitarla a cenar?>>, pero me pareció demasiado rápido y descortés por mi parte. Cual fue mi sorpresa cuando vencí los respetos humanos y me decidí a preguntárselo. Accedió de buena gana.

    Después de varios años de relación, nos casamos por la Iglesia y tuvimos dos hijos, Fernando y Julio, que ahora trabajan en mi propia empresa.

    Y por fin realicé mi sueño: la casa en el campo junto a un lago donde pescar todos los días.

    Ahora me encuentro en el agua con la caña en ristre, a cien metros de mi casa. Mi mujer lee su libro favorito en una hamaca respirando el aroma limpio de un paisaje natural.