X Edición

Eliminado

Ana Badía, 14 años

                 Colegio Grazalema (El Puerto de Santamaría)  

Le pasó justo por encima de la cabeza. Era la tercera vez que, a causa de un despiste, podía haber perdido su última vida. Sabía que éste no era su sitio, quería volver a casa con su madre; la echaba de menos. Con el uniforme tan extraño que les habían puesto el día que todo comenzó, no se sentía a gusto. Estaba sudoroso, hambriento, desaseado. Allí nadie le controlaba. El montón de calcetines malolientes acumulados en un rincón, las hormigas que se habían comido sus reservas de chocolate, los ronquidos de los compañeros que no le dejaban conciliar el sueño, las duchas con agua fría, los mosquitos que zumbaban a todas horas, el sempiterno guiso de lentejas que no se parecía nada al de su abuela... Nada era como había esperado y parecía que todo estuviese en su contra.

Estaba harto. Más que harto del campamento al que sus padres le habían inscrito a principios de verano.

Tampoco soportaba ese juego, "balón prisionero", del que sus compañeros parecían disfrutar.

Deseaba que todo acabara, volver a casa y que terminase lo que para él era peor que una guerra.

-¡Eliminado!

Entre el grito del árbitro y el fuerte balonazo que había recibió en toda la cara, volvió a la realidad.