II Edición

Curso 2005 - 2006

Alejandro Quintana

Facha, supuesto insulto

Guillermo Laborda

               Colegio Vizcaya  

    En estos tiempos en los que hay tanta inquietud política, con lo del Estatut, el Plan Ibarretxe, las conversaciones con ETA, la ley de inmigración..., en algunos lugares se ha cargado un el ambiente, motivando comentarios absurdos.

    Hace poco escuché una discusión por la calle entre dos hombres. Uno decía que el Plan Ibarretxe había sido rechazado con razón y el segundo defendía que si los catalanes tienen su Estatut, los “euskaldunes” también debían tener el suyo propio. Este último mientras discutían pareció volverse loco, comenzó a gritar y a insultar a su compañero de paseo. ¿Cómo podía rechazar el Plan? ¿Cómo se atrevía a despreciar de esa manera a Euskadi?. El primero intentó calmarle y le tomó del hombro en gesto amigable. Entonces, el segundo le empujó y le dijo: <<Suéltame, “facha”>>.

    “Facha”, curiosa palabra. Pondría la mano en el fuego a que ese hombre no conoce su significado. Y lo más triste es que ese hombre pertenece a esa masa gris que puebla nuestra sociedad y se deja arrastrar por los tópicos.

    Si supiera lo que significa “facha”, no hubiera llamado tal cosa a su compañero. La palabra es el diminutivo de “fascista”, nombre con el que fueron identificados los seguidores del Partido Fascista Italiano. Pero la cosa no acaba ahí, porque Alemania tuvo su particular adaptación del Fascismo, el famoso Nacional Socialismo que fundó Hitler, mire usted que casualidad. Por otro lado, lo “facha” se relaciona con el falangismo español que, a fin de cuentas, tiene mucha relación con los ejemplos anteriores.

    En boca de aquel hombre, “facha” viene a ser lo mismo que nazi. Entonces, ¿por qué insultar así a su amigo que, por cierto, había defendido una posición de izquierda durante toda la discusión?

    Por desgracia, ese hombre no es el único que vive encerrado en las cuatro paredes de este pensamiento débil en el que se toma la parte por el todo. Muchos, como él, insisten en que los vascos o catalanes son distintos o, incluso, superiores a los demás. Y luego se atreven a llamar facha a las personas que no comparten su forma de pensar... ¿Acaso es alguien menos vasco que él por pensar de forma diferente?