III Edición
Curso 2006 - 2007
Grandes sabios,
grandes sueños
Mercé Raventós, 15 años
Colegio Canigó (Barcelona)
Voy a ser escritora: en pleno estrés de exámenes trimestrales he descubierto mi vocación profesional. Reconozco que la idea me rondaba desde hacía tiempo, pero la tomaba por un sueño. Pero he ahí el “quid” de mi decisión: estudiando literatura he aprendido que “la vida es sueño”. Por tanto, si no luchara por cumplir mis sueños, ¿qué sería de mi vida? Gran sabio Calderón.
Entre mis apuntes había una copia del poema número 20 de Neruda. Entre lágrimas me iba imaginando la escena: Un chaval que no destaca por su belleza pero enamora con su poesía, sobre un escenario, declamando al numeroso público sus desdichas amorosas. Y yo entre el público, una espectadora más, maravillada de lo bien que interpreta el papel que yo había creado para él.
Cuando me despierto, parece como si el mismo Neruda me recordara que su obra es poética, no teatral. ¿Qué más da? Soñar es gratis. ¡Y escribir también! Yo misma escribiré esa obra para que nadie pueda recriminarme que la poesía no está hecha para representarla.
Cuando sacaba papel y pluma para escribir mi primer drama, como al compositor al que le tapan los oídos, me ha parecido oír la queja de Arquímedes. Pero, ¿debía resignarme a pasar el rato estudiando no sé que historias a las que él se dedicaba en sus lejanos tiempos (entonces no existía el sudoku), o me podía permitir observar un trocito de cielo a través del papel? No me equivoqué al escoger la segunda opción. Ya sé que para obtener grandes logros, hay que pasar esos “malos ratos” que implican “cumplir con el deber”, pero pudo mi vocación literaria.
No puedo sino escribir uno de mis artículos y dejar constancia de que algún día un actor joven –principiante, como yo- interpretará, en un contexto ideado por mí, el poema 20 de Neruda. Porque sueño escribir esa obra y muchas más, e incluso llegar a dirigir e interpretar algunas de ellas. Sueño con ser actriz, dramaturga, novelista, periodista, poeta... Sueño ser artista y cambiar el mundo gracias al arte.
¡Qué bonito es soñar! ¡Qué bonito es vivir!