VI Edición
Curso 2009 - 2010
Héroes
María Dolores Almenara, 17 años
Colegio Zalima (Córdoba)
-Tranquilo Juanito, piensa que eres un héroe -dijo Ángela mientras acariciaba el pelo una y otra vez a su pequeño hijo.
-Seré “SuperJuanito”-dijo inocentemente.
-¡Juan Castillo¡ -gritó una voz desde el otro lado de la sala.
-Vamos, “SuperJuanito“ -Ángela se puso en pie, mientras agarraba fuertemente la manita de su hijo-. Ahora comenzará tu aventura. Te sentarás en una nave espacial y permanecerás agarrado a unos robots que te expulsarán veneno. Tú tienes que intentar salir ileso. El juego contará con una serie de etapas. Hoy es la primera, así que recuerda: sé fuerte e intenta derrotar al enemigo –continuó mientras atravesaban el marco de una puerta grande y pesada.
Al cabo de una hora Juan salió de aquella sala.
-Mamá, hoy he salido ileso, pero me duele un poco la tripa. Habré tragado un poco de veneno.
-Muy bien, cariño –le respondió Ángela mientras le regalaba una mirada dulce.
De camino a casa, mientras Juanito tatareaba la melodía de Supermán, Ángela no paraba de darle vueltas a la situación. Los interrogantes se amontonaban en su cabeza. ¿Por qué le habría tocado a su hijo? ¿Cuándo se acabaría todo? ¿Cómo le contaría a la pequeña Julia que su hermano estaba enfermo? Sería difícil; Julia tan solo tenía tres años y medio.
Al llegar a casa, Ángela llamó a Julia.
-Julia, hija mía, ven aquí. Tengo que hablar contigo.
-Dime mami –le saludó la pequeña.
-Julia, lo que te voy a decir es muy serio. Tu hermano está malito y en un tiempo se le caerá el pelo. Será una situación complicada para él, así que dale mucho amor.
En ese momento, Julia echó a correr por el pasillo en busca de su hermano y le dio un beso.
-Te quiero –le dijo mientras le pasaba sus pequeñas manitas por la cabeza, intentando jugar con su travieso cabello.
-Vamos al cuarto, hermana. Quiero contarte un secreto.
-¿Un secreto?
-Si. Soy un héroe -le anunció Juanito al oído–. Vamos a mi dormitorio.
Durante un rato, ambos hermanos permanecieron encerrados en la habitación. A los pocos minutos Julia llamó a su madre.
-¡Mami¡ ¡Mami¡ ¡Ven un momento¡
-Dime, ¿qué quieres?
-Mami, mira mi muñeca…
-Pero Julia, ¡¿qué le has hecho?! ¿Cómo se te ha ocurrido cortarle el pelo a tu muñeca favorita? –pareció enfurecida.
-No te enfades. Aunque tenga el pelo corto, la voy a seguir queriendo igual. Además, pronto le crecerá.
En ese mismo instante se abrieron las puertas del armario empotrado y apareció Juanito con una sábana puesta a modo de capa. Se acercó a su madre, que se encontraba un poco asustada, y le dijo:
-Mamá, ¿crees que ganaré la batalla?
-Pues claro que sí, mi amor. Los héroes siempre ganan.