V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

La decisión

Iratxe Sánchez, 14 años

                Colegio Vizcaya (Bilbao)  

Era un radiante día de primavera. Carla caminaba tranquilamente hacia el colegio, sin imaginar que su felicidad se esfumaría en un momento. A su llegada saludó a sus compañeros hasta entrar en el aula. Nada parecía distinto.

En el recreo se reunió con sus amigas. Ellas parecían extrañas, como si algo que no quiseran desvelarle les rondará por la cabeza. Llevaban varios días con esa actitud. Le pidieron que las acompañara. Sus primeras palabras fueron claras y dolorosas: “no queremos que sigas viniendo con nosotras”.

Carla se quedó dolida, pero tuvo valor para continuar escuchando para no darles el gusto de ver cómo se hundía. Le echaron en cara que era algo más callada que ellas. Pero Carla sabía que esa no era la auténtica razón del vacío.

Tiempo atrás, una de ellas, Vanessa, ya había mostrado desprecio hacia Carla. Empezó cuando Vanessa reconoció que deseaba asistir a una discoteca.

Al resto del grupo le gustó la idea. Eso sí, ninguna se molestó en preguntar a sus padres si les daban permiso. Carla sí lo meditó. Se tomó la molestia de preguntar a sus padres si le dejaban ir a bailar en compañía de sus amigas. Pero le dieron un “no” por respuesta, argumentándole que aún era demasiado joven para acudir a ése tipo de locales y que era mejor esperar unos años. A Carla le importaba la opinión de sus padres. Por esa razón le contestó a Vanessa que ella no iría, que prefería quedarse en casa antes que mentir en casa.

Vanessa trató de convencer al resto de que Carla no debía seguir en el grupo. Se burló de la conversación que habían mantenido, pero obtuvo el efecto contrario: el resto de las chicas se empezaron a echar atrás. Pero Vanessa sabía cómo influir en las decisiones de los demás y terminó por socavar su voluntad.

Carla estaba convencida de que la amistad consiste en aceptarnos tal y como somos. Así que decidió buscarse una nueva pandilla de amigos. Le acogieron en seguida, por loque concluyó que los amigos de verdad respetan tus decisiones.