III Edición
Curso 2006 - 2007
La fiebre de Idhún
Cristina del Castillo, 14 años
Colegio Los Tilos (Madrid)
Soy adolescente y me gusta mucho llevar la contraria, decir lo que pienso, aunque lo que pienso no tenga ningún fundamento. Afortunadamente tengo capacidad para rectificar mis errores y dejarme aconsejar, precisamente, por la persona a la que más ilusión me hace llevarle la contraria.
Todo comenzó el año pasado, cuando me recomendaron un libro. Había oído hablar sobre él, algunas opiniones favorables y otras contrarias. La novela en cuestión es “Memorias de Idhún”. Hubo quien me aconsejó que no me lo leyera pero, como he dicho al principio, me gusta llevar la contraria, así que me lo leí.
Me enganchó desde el principio, quizá porque el comienzo tiene un toque sentimental y eso a las pavas de mi edad nos encanta. Y ya no pude parar, aunque me engañara a mí misma, ya que sabía perfectamente que no valía la pena seguir leyéndolo. Admito que no pude dejarlo hasta el final. Con la intriga que me había dejado, busqué su segunda parte y me quedé desconcertada, ya que la historia empezaba a salirse de tono: uno de los personajes principales, Victoria, una chica de trece años, mantiene relaciones amorosas con otros dos personajes principales, Jack y Kirtash. Éstos llevan con naturalidad compartir su amor, algo que cualquier persona con un poco de sentido común no admitiría. La tercera parte decidí no leerla, porque me pareció que no me convenía. Sé que Victoria espera un hijo, y para colmo no se sabe si es de Jack o de Kirtash. La autora, Laura Gallego, pretende que aceptemos como natural comportamientos muy dudosos.
Por tanto, “Memorias de Idhún” no me parece adecuado para las personas de mi edad, ya que plantea de forma equivocada aspectos importantes de la persona: la infidelidad como punto de partida de una relación entre personas (en este caso, entre tres), el odio como móvil de vida, el placer como la principal representación del amor. Y no olvidemos que los protagonistas de esta saga sólo son adolescentes.
Yo tengo catorce años y creo que el ideal de vida de Idhún no corresponde con los principios que te tengo acerca de la fidelidad, la lealtad, la amistad y el amor. Para mí son valores que hacen grande a la persona.