I Edición

Curso 2004 - 2005

Alejandro Quintana

La manipulación
de los medios
Ana Entrala Bueso, 16 años

                  Colegio Orvalle, Las Matas (Madrid)  

     Queridos compañeros, desengañaos, nuestro planeta ha dejado de girar alrededor del sol, ha modificado su órbita y ahora el centro de nuestro sistema es el dinero. Todo gira en torno a él: se ha convertido en el dios de muchos y en la única esperanza de otros.

     En el mundo ya nada es lo que parece. Sin ir más lejos, los medios de comunicación, cuya función debería de ser comunicar al resto del mundo las novedades que ocurren, se dedican a disfrazar la verdad según su punto de vista o, más bien, el punto de vista de los accionistas mayoritarios del periódico.

     De esta manera es imposible enterarse de la verdad. Pero la culpa no esde los periodistas, que se limitan a hacer lo que les mandan, sino de sus superiores, que les indican las opiniones que deben tomar, que serán lasque más convengan al periódico, todo ello, claro, por motivos económicos.

     Hoy en día parece que ya nadie puede vivir lejos del dinero. Por culpa de la avaricia de los que tienen poder, el resto de la humanidad nos quedamos sin conocer realmente lo que pasa. Se está consiguiendo que la sociedad tenga una visión distorsionada de la verdad. Además, están acabando con la finalidad del periodismo, que ya no consiste en informar de los hechos, sino en dar el punto de vista que mejor favorezca los intereses de los accionistas.

     ¿Qué ha pasado con la libertad de expresión? ¿Qué con el derecho de la sociedad a enterarse de lo que pasa en el mundo? Aunque los directivos no lo crean, ¡el mundo es de todos!.

     Pero lo más descorazonador es que la solución del problema no está sino en las manos de los propietarios de las empresas de comunicación, que mucho me temo no tienen ninguna intención de modificar su modus operandi mientras sigan engordando la bolsa .

     Debemos advertir a la sociedad que no todo lo que dicen los medios es cierto y que, por ello, no debemos creernos del todo lo que dicen. No pretendo que caigamos en el escepticismo, sino que sería bueno que nos cerciorásemos antes, que descubramos por nosotros mismos la verdad y no nos limitemos a creer lo que nos digan. Porque la mayoría de las noticias estarán motivadas por intereses, no por la verdad.