XV Edición

Curso 2018 - 2019    

Alejandro Quintana

La mente

Jorge Buenestado, 17 años

Colegio Mulhacén (Granada) 

Nadie sabe cómo funciona nuestra mente, que cada día nos sorprende. Es la gran desconocida con la que convivimos a lo largo de la vida sin que logremos descifrarla.

En la mente se alberga la memoria. ¿Cómo funciona? ¿Qué nos hace decidir lo que debemos recordar u olvidar? No en vano, somos el resultado de nuestro pasado, de un cúmulo de experiencias, sensaciones y recuerdos. Si hemos nacido junto al mar y después nos hemos marchado a vivir al interior, añoramos el rumor de las olas y el ritmo de las mareas. Y esa misma nostalgia nos la despiertan los amigos de la infancia a los que dejamos de ver y aquellos parientes que partieron. Sin saberlo, buscamos un bucle de felicidad que consiste en volver a esos momentos donde fuimos dichosos.

Hay personas, lugares, objetos, sensaciones… que asociamos con momentos en los que jugaron un papel más o menos decisivo. En mi caso, adivino una caracola, la fotografía de un día especial, el encuentro con una persona a la que extrañaba... y de pronto se desencadena una avalancha de emociones que, en determinados momentos, soy incapaz de soportar. Puede ser a partir de la imagen de la casa en la que me crié o, como decía antes, de la de las personas queridas que murieron.

No pocas veces me pregunto cuándo y dónde volveré a ser igual de dichoso.

Todo el mundo sabe reconocer una concha que recogió en la playa o un fósil que halló en el campo, aunque nadie más sea capaz de interpretar su importancia. Una cinta significa para mí el hogar familiar, mientras que otros solo ven un trozo de tela. En ocasiones también las palabras, dichas en un momento preciso y compartidas con las personas indicadas, traen el eco de una época que desearíamos que volviese.

La memoria puede ser una gran aliada o una traidora. La mente, nuestros recuerdos, determinan de algún modo nuestra vida, porque dicen por qué somos como somos. Nos definen y nos delimitan. A fin de cuentas, elegimos un destino salpicado también de imprevistos y casualidades que van moldeando nuestra mente.