III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

La moda

Sandra Alemany, 18 años

                 Colegio Pineda (Barcelona)  

    Nuestra sociedad vive de la moda y por la moda. Una vez, una periodista de especializada en esta industria me dijo que "la moda lo es todo": cualquier cosa de nuestro alrededor está empapada de moda. Desde la ropa hasta el interiorismo, pasando por la comida, los viajes, la música, el arte…

    Puede dar la sensación de que hablamos de un mundo superficial que olvida el interior de las personas, en el que la máscara suele ser el elemento que mejor define a los que trabajan en él, que la competitividad les corrompe con tal de triunfar, lo que queda muy bien reflejado en la película "El diablo viste de Prada".

    Pero la moda también es progreso. En el ámbito del vestir, las nuevas tendencias marcan un ritmo en el que los diseñadores se ven obligados a innovar a la velocidad del viento. Muchas veces deben buscar su fuente de inspiración en la cultura, en el arte, en la tecnología, en las formas, en el color…, en una apuesta por la sorpresa.

    La moda también es arte. Víctor Balenciaga hizo de sus diseños auténticas obras de arte. Todas reflejan un trasfondo arquitectónico. Sus prendas, complejas de ejecución, se han merecido un museo ¿Qué diría Susan Cianciolo, una diseñadora de moda vanguardista que triunfó con su colección Run Collection, si alguien le negara esa dualidad entre arte y negocio? Seguramente lo consideraría un insulto.

    La moda debe ser considerada algo más que una hoja de papel, pues marca el rumbo de la sociedad. Tal vez el que hayamos emprendido desde hace unos años no nos lleve a puerto seguro. Solamente hay que observar las propuestas que se ha visto obligada a tomar la pasarela Cibeles sobre la masa corporal de sus modelos. Las tallas deben adaptarse a los cánones de la mujer normal.

    Además, la moda necesita un examen de conciencia sobre la dignidad del ser humano y los valores de nuestra civilización. Somos muchos los jóvenes que estamos cansados de que nos manipulen y nos envíen mensajes inmorales como si fuesen paradigmas de libertad. ¿Por qué se está deformando este arte que podría ser tan bello? ¿Qué pretenden transmitir los diseñadores con esas tendencias basadas en la provocación?