III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

La noche en blanco

María Rueda, 15 años

                 Colegio Los Tilos (Madrid)  

    En la capital de España, aunque la mayoría de la población sea blanca, hay un elevado porcentaje de personas de otras razas. Para muchos de ellos la noche es negra, aunque se la pintemos de blanco, por poner como símil aquel título que propuso hace unos meses el Ayuntamiento de Madrid.

    Mucha gente tiene algo de racismo en su interior. Una inmigrante también puede ser racista, creando bandas contra las personas y el lugar en el que vive y trabaja. También los nacionales rechazamos a esas personas, sin considerar que han pasado por situaciones muy duras para llegar hasta aquí, como abandonar a su familia.

    Me pregunto por qué los rechazamos. Aunque sabemos la teoría del buen ciudadano, es difícil llevarla a la práctica. Vivimos nuestra vida, ajenos a sus dificultades.

    Los telediarios nos bombardean con noticias sobre los inmigrantes, que sólo buscan vivir con dignidad y mantener a los suyos. Ellos esperan de España una gran acogida, todo lo contrario de lo que en realidad les damos. En ocasiones incluso les devolvemos a su país de origen por el mero hecho de que no tienen papeles.

    No nos damos cuenta de que los inmigrantes son el futuro de nuestro país, donde la natalidad es tan baja. Ellos hacen los trabajos que no queremos. Nos quejamos de que nos quitan los oficios, cuando en realidad hace falta muchísima mano de obra.

    Los inmigrantes tienen defectos, como nosotros. Deberíamos tratarlos como nos gustaría que ellos nos tratasen. No olvidemos que los españoles también emigramos a otros países, cuando aquí no había trabajo para todos. Es decir, también nosotros pasamos por la misma situación que actualmente sufren ellos.