V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

Llegó

Patricia Arce, 14 años

                 Colegio Altaviana (Valencia)  

Llegó la oportunidad de Luis: Laura, la muchacha de la que estaba enamorado desde que empezó a mirar a las chicas de otro modo, se empezó a fijar en él como en algo más que un amigo. Para él, Laura tenía un encanto especial; se podía quedar durante horas escuchándola, sin cansarse, admirando su belleza: su tez blanca, su cabello rubio, sus preciosos ojos… Pero sabía que era aún más bella en su interior, que superaba con creces al físico. Laura, además, tenía principios bien acrisolados gracias a una personalidad madura. Era la mujer que él necesitaba. Entre otras cosas, la madre de Luis había muerto hacía cuatro años y, a pesar de que su padre hacía lo imposible para darle la mejor educación, estaba desorientado.

Luis se pasaba el tiempo imaginando cómo sería su vida dentro de diez años. Se veía junto a ella, formando una familia. Y pensar que todo había cambiado gracias a una larga conversación telefónica... Decidieron quedar antes de entrar en clase, frente a la estación. Laura se sintió muy contenta, ya que Andrés, un chico con el que había salido una temporada, le había propuesto una cita esa misma mañana y Laura le había dicho que no.

Luis se levantó más temprano de lo normal para arreglarse y acudir con un aspecto impecable. Cogió el metro y se presentó diez minutos antes en el lugar donde habían quedado. Allí esperó y esperó, hasta que decidió llamarla para preguntarle en dónde se encontraba. Pero Laura tenía el móvil apagado. Inmediatamente, Luis supuso que Laura le había dejado plantado por Andrés. Ese pensamiento le hacía sufrir.

Llegó la hora de entrar al colegio. Se fue a clase como alma en pena. Ni Laura ni Andrés habían dado señales de vida y sus sitos se mantuvieron vacíos. Eso hizo aumentar las elucubraciones de que estaban juntos. En un arrebato de rabia cogió el móvil y la volvió a llamar. Al ver que seguía apagado, le dejó un mensaje de voz donde la dejaba a la altura del betún.

Al llegar a casa, su padre le hizo sentarse en una de las sillas del comedor. Una vez allí le comunicó la noticia: había recibido una llamada de la madre de Laura para comunicarle que había sido atropellada por cruzar en rojo mientras Andrés la perseguía. Estaba muy grave, en la UCI. Luis no pudo contener las lágrimas. Se dio cuenta de que no podemos dejarnos llevar por las primeras impresiones.