X Edición

Lo que el mundo necesita

Carmen Guerrero, 15 años

                 Colegio Canigó (Barcelona)  

El mundo no gira solo. El mundo nos necesita y nosotros lo necesitamos. Pero no necesita gente mediocre, apagada y triste que no sepa ver un motivo en cada mañana para sonreír. Gente que se sienta a esperar… ¿a qué? Personas que sólo buscan ser servidas y únicamente se esfuerzan para conseguir las cosas que ellas quieren. Que se atascan en sus propios problemas y no saben ver los de los demás. Que limitan sus retos y no vencen sus temores. Personas que en el autobús o en el metro se sientan sin importarles la persona que tienen al lado y al salir a la calle se suman a una masa humana sin pasión, sin chispa.

El mundo no necesita gente así. Necesita gente con esperanza, sueños, ilusiones y propósitos. Personas con metas y ambiciones que quieran hacer un mundo mejor para todos. Que no se dejen desanimar por ninguna idea pesimista. Personas sencillas, amigas, inquietas y despiertas que sepan ver lo que se esconde detrás de cada rostro, de cada mirada. Que sepan decir sí y no. Que quieran hacer de lo injusto, lo justo. Y de lo imposible, lo posible. Que nos despierten de la monotonía y que jamás se cansen de hacernos reír. Que sepan transmitir las sensaciones maravillosas que se esconden en cada día y que jamás se den por vencidas.

Ese tipo de personas son las que nos hacen falta. Personas que se preocupen de verdad por compartir con los demás la vida que les ha sido otorgada, como los médicos, los agricultores, los profesores, los abogados, los escritores, los arquitectos, los voluntarios, etc.

Esas personas son vitales, pero no se trata de esperar a que te encuentren. Búscalas, encuéntralas y procura parecerte a ellas. Entonces te valorarás, te reirás, te cansarás de tantas emociones y, lo que es más importante, te darás a los demás. Haz que el mundo te necesite.