VI Edición

Los jóvenes

Jon Asier Bárcena, 15 años

                 Colegio Vizcaya (Bilbao)  

Estoy cansado del prototipo que se hace de la juventud. Al pensar en nostros, a muchos se le pasa por la cabeza que, necesariamente, somos perezosos, lujuriosos y que nos encanta experimentar con las drogas. De hecho, olvidan lo que conlleva ser joven. Aunque lo peor es que, en muchas ocasiones son los mismos jóvenes los que se dejan meter en semejante saco. Reconozco que me duele tanto como si me clavaran una daga en la espalda.

Soy joven y no me siento identificado con ese tipo de prejuicios. De hecho creo que la juventud es la época de los romances y el sufrimiento, del sacrificio y las grandes victorias, del decubrimiento de los ideales y las creencias.

Nuestro peor enemigo son los medios de comunicación, una herramienta de doble filo porque son necesarios pero también se caracterizan por simplificar las cosas hasta destrozar con sus mentiras una sociedad. Para ellos no es Pepe Domínguez el autor de un crimen, sino un joven parecido a los demás jóvenes de su entorno. Presentan su juventud como principal característica y justificación del acusado, cuando se trata de una etapa de la vida en la que caben una diversidad asombrosa de opiniones y actuaciones.

Por otro lado, la generalización invita a los más débiles a probar lo que dicen que hacen otros, dado a lo interiorizado que los seres hunmanos tenemos que la mayoría siempre tiene la razón.

Insisto en que no se deben generalizar las características negativas de algunos jóvenes como si estos representaran a toda la juventud. Necesitamos que se hable en positivo de nosotros, que se resalte lo bueno, aquello que merece la pena imitar.