V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

Marta

Nuria Xalabarder, 15 años

                 Colegio La Vall (Barcelona)  

Marta, hoy complimos años. Se me hace raro un cumpleaños así de tranquilo.

Estoy aquí, al lado de tu cama. Hace dieciséis años también estábamos aquí, aunque en condiciones muy diferentes. Acababa de empezar nuestra vida. Y ahora la tuya está finalizando.

Cuando nacimos éramos gotas de agua. ¿Te acuerdas, como nos llamaban nuestros primos? Las Torres Gemelas. Desde bien pequeñas jugábamos juntas. Papá nos disfrazaba y nos hacía espadas de periódico. A los cinco me caí en la piscina y me quedaron unos dientes de conejo que me diferenciaban de ti.

En primaria fuimos a clases diferentes. Cada una hizo sus amigas. Yo era más revoltosa y a veces me castigaban. Mucha gente dice que yo soy más movida que tú, pero claro, no te veían en casa, cuando tu genio se hacía presente.

En 1º de ESO nos pusieron aparato en la boca y nos quedó una sonrisa perfecta. Un día nos intercambiamos de clase. Decías que había sido idea tuya, pero a mí ya se me había ocurrido antes.

Recuerdo nuestras conversaciones por la noche, en las que nos desahogábamos y nos lo contábamos todo, ess cosas que solo podías saber tú, esas cosas que sólo podía saber yo.

Marta, ¡cómo nos abrumaban con las dichosas preguntas! Cuando no estés, ya nadie tendrá valor para hacérmelas. <<¿Os gusta ser gemelas?>>, <<¿Cómo os podemos diferenciar?>>... Contestábamos que con los pendientes, aunque los conocidos se divertían tratando de encontrar nuestras “ocho diferencias”.

Te dejé el trabajo de convencer a mamá y a papá para que nos dejaran comprar ropa, quedar en Sant Cugat con las amigas y cosas por el estilo. Se te da muy bien insisitir. Para lo que quieres, te esfuerzas.

Nos convertimos en los confidentes de los primos. Les dábamos algún que otro consejo cuando se metían en problemas, aunque no hemos conseguido que dejen de fumar.

Marta, no te puedes ir. Te quedan muchas cosas por hacer. No nos puedes dejar. Te necesitamos. ¡Por favor!. Sabes que te quiero muchísimo, que te necesito, que necesito hablar contigo, pelearme contigo y cuando estés triste, consolarte y llorar contigo. Hacer las payasadas de siempre y los castillos en el aire: que si seremos escritoras como nuestra prima, pintoras, directoras de cine, si formaremos un grupo de música con Mercè y Clara. O si conseguirás hacerte diseñadora de moda con María y viajar a Nueva Zelanda.

Necesitamos ver películas juntas, leer juntas, comprar juntas, sufrir las derrotas del básket juntas.... Ver qué será de Gabi, Sergio, Víctor, Agus...

Te quiero. Ya lo sabes. Y quiero que te cures. Es lo único que le pido al cielo.