XV Edición
Curso 2018 - 2019
Mensaje de generaciones
Inés Rosique Gutiérrez (16 años)
Colegio Altozano (Alicante)
La calle habla. Y cuando la calle habla, algunos jóvenes nos detenemos a escuchar. La calle nos dice que la nuestra es una generación perdida, que no vamos a ser capaces de liderar un mundo que se presenta repleto de interrogantes. Nos llaman, con cierto desprecio, los Millennial, los Z, como si en un nombre o en una letra cupiéramos todos.
¿De verdad que por disfrutar del progreso de la ciencia somos ignorantes en todo lo que no es un aparato digital?
La calle habla, pero quizás la calle se equivoca, porque también somos una generación sensibilizada con el medioambiente. Nos preocupan la contaminación del mar, la saturación de plásticos que flotan en el agua, el consumismo, la banalidad en las relaciones afectivas, la infancia que sufre y un montón de cosas más.
Por otro lado, me subleva que los adultos traten de homogenizarnos: no somos todos iguales. Yo, como me corresponde, poseo comodidades tecnológicas, pero eso no implica que no sepa emplearlas. Está entre mis pasatiempos ver las series del momento, pero también lo está el leer. Me gusta utilizar las redes sociales, pero también conocer gente nueva fuera de ellas.
Los medios de comunicación afirman que pasamos alrededor de tres horas y media delante de pantallas. Bien, eso es un hecho innegable, pero se trata de una media que muchos no cumplimos, y el tiempo que dedicamos no sólo es para ver vídeos de perros intentando romper un huevo con su hocico, y así completar un nuevo Egg Challenge. Internet nos ayuda a conocer el mundo que nos rodea; si lo utilizamos bien, nos proporciona un acceso fácil a la cultura. Con un golpe de ratón podemos investigar y conseguir una gran cantidad de información y de datos.
Aunque pueda no parecerlo, a nuestra manera queremos cambiar el mundo. Cuando inventamos un challenge, tiene un mensaje de trasfondo. El ministerio de Sanidad, este otoño, lanzó su nueva publicidad bajo el lema «Sois la generación de los retos», y propuso el #nonsmokingchallenge. Quién mejor que nosotros para demostrar que somos la generación que va a acabar con algo tan perjudicial como el tabaco.
Necesitamos que los adultos nos den una oportunidad. No pensamos como ellos, no vivimos de la misma forma, pero esa no es razón para tacharnos de perdidos. Somos el futuro, los encargados de encontrar solución a graves problemas como el de la contaminación; y cuando la encontremos, lo primero que haremos será publicarlo en internet. Sí, lo compartiremos, porque eso es lo que nos gusta hacer, compartir.
Pedimos que los mayores entiendan que no a todos los jóvenes nos divierten las mismas cosas, que entre nosotros somos muchos los que no necesitamos una botella de alcohol y un teléfono móvil para grabar una borrachera. No todos somos iguales.