X Edición

Mi viaje al futuro

Amparo Lucas, 14 años

                  Colegio Vilavella (Valencia)  

Miré alrededor y, sentí que algo era distinto. El laboratorio en el que se encontraba el armatoste en el que me había escondido la noche anterior, ya no parecía un laboratorio. Los tubos de ensayo, las probetas, las grandes mesas… habían desaparecido.

Fui a salir a la calle, pero un miedo recorrió mi cuerpo e hizo que me detuviera. ¿Y si aquellos hombres que me perseguían habían vaciado el laboratorio? ¿Y si me esperaban afuera?... Mis cavilaciones fueron interrumpidas por un sonido familiar que me devolvió a la realidad: era mi teléfono móvil indicándome que la batería estaba baja. Entonces tomé una decisión.

Subí las escaleras y abrí la puerta de cristal. Si mal no recuerdo, era alta y pesada, pero ahora no estaba hecha de cristal sino fabricada en madera…

Me empezó a doler la cabeza. ¿Qué había sucedido?

Cuando al fin salí a la calle todas mis preguntas hallaron respuesta. Los coches eran distintos. De hecho, volaban. Y la gente vestía con ropa extraña, de muchos colores metalizados. En la cabeza llevaban grandes pelucas del tono de sus trajes. Unos robots limpiaban los escaparates.

Entonces me di cuenta de dónde estaba, de qué había pasado, de que el armatoste en el que me había escondido no era un invento cualquiera sino una máquina del tiempo.