II Edición

Million dolar baby

Cristina Arranz, 16 años

                 Colegio Entreolivos (Sevilla)  

    “No quiero vivir así, Frankie. He conseguido tanto... He visto mundo. El público gritaba mi nombre; bueno, mi nombre no, sino el maldito nombre que me pusiste. Pero gritaban por mí…Salía en revistas… ¿Crees que alguna vez soñé con eso?Sólo pesaba un kilo y cuarenta gramos cuando nací…Papá decía que luché para entrar en este mundo y que lucharía para salir de él… Es lo que quiero Frankie, y conseguirlo sin pelear contigo…Tengo lo que necesitaba. Lo tengo todo; no permitas que sigan quitándomelo, no dejes que me quede aquí echada, hasta que no pueda oír gritar a esa gente…Te lo pido…”

(Diálogo de “Million dollar baby”, dirigida por Clint Eastwood)

Con estas palabras, una joven boxeadora llamada Maggie (Hilary Swank), le pide al que ha sido su entrenador que, de alguna forma, la mate. Ella acaba de perder un round de boxeo muy importante, saliendo muy mal parada. Apenas puede respirar por sí sola y se le bombeaba oxígeno las veinticuatro horas del día. Tardan varias horas en lograr sentarla en una silla de ruedas. Prácticamente, esta paralítica, y no tardarán en amputarle una pierna.

Ante esta situación, ¿crees que merece la pena vivir...? ¿Seguir luchando...? Ten en cuenta que, en este caso tan particular, la joven ve como su único sueño por el que le merece la pena vivir se le escapa de las manos. Tumbada en la cama de un hospital, ve como transcurre el tiempo sin que experimente ninguna mejora.

Su infancia y adolescencia no fueron buenas. Hija de un padre violento y de una madre con numerosos problemas con la Ley, hermana de un preso y de una madre soltera. Su vivienda era una caravana aparcada en un descampado.

Me puse en su situación. ¿Estaría mal querer acabar con tu vida? Me senté para hacer un estudio de la joven. Por un lado coloqué los pros y por otro los contras.

En primer lugar, pensé que con todos los conflictos con los que la chica había crecido, ¿no habría sido mejor quitarse la vida antes? ¿Por qué ahora? A su pesar sólo debe unir la parálisis y una pierna amputada… Pero con aquellos problemas familiares encontró un sueño, un motivo por el que vivir: el boxeo. Y ahora, a pesar de que no se puede mover, debería encontrar ayuda para buscar algún nuevo sueño por el que desear una nueva oportunidad.

En segundo lugar, caí en la cuenta de que la joven deportista, a pesar de todos los problemas pasados y las dificultades médicas, seguía siendo una persona llena de dignidad, derechos y obligaciones. ¿A que deben aspirar las personas? Todo el mundo, independientemente de su religión, de su raza, de su lengua o de su cultura, aspira a ser feliz. ¿De qué nos sirven nuestro trabajo o el pantalón que nos hemos comprado, si no somos felices?

La joven de la película anhela la felicidad, y para ello cree necesario quitarse la vida. Antes encontró el boxeo como motor de su felicidad, pero ¿creen que lo que le hacía feliz era solo y exclusivamente el boxeo? Era todo lo que el deporte en sí requería: un entrenador, un amigo, un motivo que le exigiera mas cada día, ayudándole a superar cada obstáculo

En la vida nada ocurre por casualidad. Ante los retos y las dificultades debemos reaccionar para superarlas. Cuando ella empezó a boxear, supo superarse hasta convertirse en campeona. Pues ante la enfermedad hay que saber superar las dificultades, y no dejarse llevar por lo más desesperado e infructuoso, la muerte.

Como éste, hay múltiples casos en la vida en los que hay que aprender a superarlos, buscando la felicidad propia y ajena.