XV Edición

Notitis

Carmen Fernández de Cos, 17 años

Colegio Grazalema (El Puerto de Santamaría) 

Habían pasado dos semanas desde que nos examinamos de Química y, por fin, la profesora iba abrir el ansiado sobre. Se acercaba el momento de conocer mi calificación... Pero los resultados no fueron lo que me esperaba. Mis compañeras, que tampoco habían salido bien paradas, se quejaban por la dificultad del examen y por las formas que aplicaba aquella mujer a la hora de corregir. Ante el revuelo que se había formado, nos exigió silencio y nos reprendió a cuenta de lo que ella llama «notitis», es decir, la obsesión que tenemos los estudiantes con las calificaciones académicas.

Es cierto; los estudiantes consideramos que una sola nota puede determinar nuestro futuro cuando, no obstante, en la vida son pocas las veces que nos jugamos todo a una sola puja. Por ello, es de vital importancia saber darle a cada cosa su valor, también a las calificaciones académicas, tratándolas con la mayor objetividad posible.

Los estudiantes tenemos la responsabilidad de preocuparnos un poco más por conocer la esencia de lo que nos rodea y no tanto por una décima arriba o abajo, que es muy distinto a la seguridad que te da entender por qué ocurren las cosas y hasta qué punto pueden estar relacionadas entre sí. De alguna manera, el conocimiento es lo que aporta la auténtica felicidad.