III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

Nueva normativa del metro

Patricia Pugnairé, 16 años

                  Colegio Canigó (Barcelona)  

    El otro día cogí el metro de Barcelona a las once y media de la noche. Habitualmente utilizo este transporte público para desplazarme por la ciudad. Así evito los atascos que se originan constantemente en sus principales vías.

    Tras haber comprado mi billete, cuando bajaba las escaleras que conducen al andén, oí un grito. Me volví y descubrí a un par de chicas que no me despertaron más atención que cualquier otro pasajero. Acto seguido mi madre me dijo que una de ellas se había colado ante las narices del mismísimo revisor, pero que éste no había insistido en que pagara el billete ni en ponerle la multa correspondiente de cuarenta euros, como dicta la ley. De esto deduzco, ya que no es la primera vez que presencio una situación semejante, que la entrada del metro es libre. Entonces, ¿para qué voy a comprar yo un T-10, que vale 6.65 euros o un billete sencillo? No vale la pena: quedan todos ustedes invitados a moverse libre y gratuitamente por Barcelona en los servicios públicos de transporte. No se molesten en gastar dinero inútilmente, porque si todos somos iguales ante la Ley y tenemos los mismos derechos: si uno no paga, los demás tampoco tenemos por qué hacerlo.

    Cuando subí al vagón, me encontré a un grupo de jóvenes cuya actitud dejaba mucho que desear. Estaban medio tumbados en los asientos, fumaban y bebían cerveza. Habían dejado el suelo lleno de botellas y colillas. Entonces leí el aviso blanco y rojo que había a mi derecha: “Prohibido fumar”. Después miré a aquella pandilla, intentando que se dieran por aludidos y dejaran de infringir las normas establecidas, pero como no quería meterme en problemas, dejé que se divirtieran a sus anchas.

    Comenté con mi madre lo indignante de la situación: unos no pagan y no pasa nada; otros beben y fuman, poniendo en peligro al resto de los pasajeros, y tampoco pasa nada. Me pregunto dónde están los revisores. En ninguna parte. Habrá que proponer una nueva normativa de metro.