III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

Otro mundo

Núria Martínez Labuiga, 14 años

                 Colegio Vilavella (Valencia)  

    Me asomo discretamente desde el matorral más cercano a la pareja. Llevo días persiguiéndolos, escondida entre estos frondosos bosques. Sigo cada uno de sus movimientos, escucho cada una de sus palabras y trato de comprender sus más íntimos sentimientos. Pero todo desde detrás de los árboles, desde debajo de las piedras, desde el último rincón de su alrededor para no ser descubierta.

    Por fin se han parado a descansar. Reconozco que esta larga travesía me está dejando agotada. Puedo percibir desde mis escondites como Lyra y Will, después de todos estos días de viaje, tampoco pueden ni mantenerse en pie. Observo atentamente la escena: cuando Lyra mira hacia mi matorral, instintivamente me agacho para no ser descubierta. Pero pronto me percato de la razón por la cual la chica observaba hacia el lugar donde me encuentro: no soy la causa que llama su atención, sino un Espanto, que se acerca hacia ellos por mi lado. Mi respiración se torna entrecortada y me mantengo quieta, como una estatua.

    Tengo suerte de que el monstruo sin alma no me haya visto. En caso contrario, probablemente ahora estaría muerta. Aunque lo que más me preocupa es que aquel depredador insaciable se acerque a los dos jóvenes, que no han dudado un segundo en ponerse en guardia.

    Will desenfunda su daga cuando… Un sonido lejano hace que, aun nerviosa, vuelva mi cabeza. Parece que alguien me llama: “¡Ven a cenar!”.

    Cierro el libro, lo coloco encima de mi mesa y dejo para más tarde la resolución de tan emocionante escena. El mundo de la lectura es tan apasionante que me transporta y confunde hasta transformarme en parte de cada una de sus historias. Acapara todos mis pensamientos y me relaja de los problemas de la vida real.