II Edición

Curso 2005 - 2006

Alejandro Quintana

Por favor, respetemos
los asientos

José Luis Herrero, 14 años

                   Colegio San Agustín (Madrid)  

    Mi quehacer diario es rutinario: de casa al colegio y del colegio a casa. Apenas hay alteraciones.

    Por las mañanas, que por cierto me cuesta no poco levantarme, me lleva mi padre al colegio en coche. Entro muy pronto, a las ocho, y apenas ha amanecido. A la gente de la mañana se la ve tranquila, un poco adormilada, aunque con prisa por llegar al puesto de trabajo a la hora.

    Ya en el colegio, tengo las seis correspondientes horas de clase, unas más divertidas que otras. A las dos y cuarto me dirijo a coger el metro. A esta hora la gente parece más alterada, con prisa. Yo también voy mal de tiempo. Bajo y subo las escaleras de dos en dos, y en Nuevos Ministerios corro a lo largo de las cintas transportadoras, entre pasajeros que se dejan llevar sin ningún esfuerzo.

    En el andén, la gente espera con sus mochilas, maletas, maletines, periódicos, con un libro en las manos o escuchando música de un MP3. Y cuando llega el tren, siempre muy cargado, salen unos pocos y entramos como podemos unos cuantos más de los que se bajaron.

    Mi entretenimiento en el vagón consiste en observar a la gente: unos hablan, otros leen libros u ojean cualquier periódico gratuito, incluso el que porta el pasajero de al lado. También hay quien dormita y da sus cabezadas contra la ventanilla.

    ¡Es verdaderamente divertido!. Pero también se da una situación vergonzosa: en cada vagón existen asientos reservados para ancianos, embarazadas y minusválidos, y casi nunca se les respeta su derecho a sentarse.

    En cambio, en el autobús de la línea 23, que a veces tomo, la gente se apresura a ceder el sitio. Dada mi costumbre a viajar en metro, me sorprende y alegra comprobar que todavía, en una gran ciudad como Madrid, hay personas que respetan a los demás.

    Esto es todo lo que deseaba contarles. Tengo la certeza de que si leen este artículo, respetarán los asientos reservados.