X Edición

Recuerdos

Isabel Sánchez Trujillo, 14 años

                 Colegio Entreolivos (Sevilla)  

Había un gran ajetreo en el jardín, pero Anne parecía sumida en el abismo. Tenía los ojos llenos de lágrimas y el vestido negro parecía ceñírsele cada vez más a la cintura. Estaba de pie en medio de la habitación, rodeada de familiares y amigos que le daban el pésame y recordaban y halagaban con palabras al difunto.

De pronto oyó el llanto de una niña pequeña a lo lejos, cerró los ojos y fue entonces cuando la invadió ese sentimiento de tristeza que tan bien conocía.

Ahora se encontraba en una calle desierta, oscura y fría. El llanto lo escuchaba ahora con atención. Aguzando la vista pudo distinguir la silueta de una niña que no pasaba de los cinco años y lloraba amargamente en medio de la carretera, gritando los nombres de sus padres. Unos brazos fuertes la asieron por la cintura y la arrastraron hacia un callejón oscuro. De repente la oscuridad que antes invadía la calle se convirtió en luz, permitiéndole ver a dos personas, un hombre y una mujer cogidos de la mano, en el suelo y llenos de sangre. Agonizaban rodeados de soldados que pasaban sin inmutarse.

La atención de Anne se concentró en la bandera que ondeaban los militares, la misma bandera que la perseguía a cada momento, devolviéndole los horrores vividos en su infancia y juventud.

Entonces Anne abrió los ojos al recibir un fuerte abrazo.

-Hijo mío… - susurró, esbozando una triste sonrisa.