X Edición

Curso 2013 - 2014

Alejandro Quintana

Salimos en la tele

Reyes Hernández, 14 años

                 Colegio Entreolivos (Sevilla)  

Con motivo del cumpleaños de mi hermana, fuimos al cine. Justo ese día la compañía Movistar había reservado más de cuatro mil entradas, para que las familias sevillanas pudiéramos disfrutar gratuitamente de una película. Acabábamos de recogerlas cuando una periodista se acercó a mi madre para invitarle a participar en una entrevista.

Una de sus preguntas fue qué le parecía entrar al cine sin pagar, a lo que mi madre respondió que estaba encantada. Somos ocho hermanos, por lo que no podemos disfrutar de este ocio tanto como otras personas. Entonces, el cámara sugirió grabar unas imágenes de toda la familia. Fue fabuloso, especialmente por la ilusión de mis hermanos pequeños, que querían “salir en la tele”.

Me di cuenta de que aquellas imágenes no eran una tontería, pues podrían transformarse en un ejemplo, porque somos una familia unida y desprendida de las cosas materiales, pero que cuando le llega la oportunidad de disfrutarlas las exprime hasta la última gota. De hecho, muchos de los que nos vieron en televisión nos hicieron llegar su emoción a causa de nuestra sonrisa. Una sonrisa que iba más allá de aquel momento tan singular, en el que pudimos sentirnos un poco importantes.

Muchas veces consideramos que la felicidad depende de la cantidad de dinero que tengamos o los lujos que nos podamos permitir. No nos damos cuenta que esas cosas, al fin y al cabo, no nos terminan de llenar.

Tanto los medios de comunicación como los anuncios publicitarios nos invitan a ser “felices” de manera pasajera, cuando realmente la felicidad se encuentra cuando te das a los demás.