V Edición

Sentido omitido

Marta Pombo, 16 años

                Colegio Senara (Madrid)  

¿Qué sienten cuando alguien grita alto?... ¿Qué experimentan al oír una carcajada?... ¿Qué aprecian en el llanto de una persona?...

Cuando alguien grita, yo me estremezco. Cuando se escucha una carcajada, siento una leve vibración. Cuando aprecio el llanto, se me hace un nudo en la garganta. Porque yo no escucho; siento. No oigo; percibo. Me falta uno de los cinco sentidos, porque soy sordo.

Aunque no escucho, he desarrollado el sentido de experimentar mejor aquellas pequeñas cosas que para los demás pasan desapercibidas. No oigo, pero he fomentado la necesidad de expresarme, de que los demás me escuchen, de contar y de hablar, aunque sea mediante signos. Así, reino sobre el poder de la imaginación: imagino los sonidos, pongo la música al silencio, invento la voz de un grito.

Soy sordo y agradezco lo que tengo. Y, a veces, creo que precibo tu voz.