XVII Edición

Curso 2020 - 2021

Alejandro Quintana

Sin miedo a la excepción 

Lara Ferrer, 16 años

Colegio IALE (Valencia)

Todos tenemos un momento especial en el día, un rato en el que nos sentimos protegidos, lejos de la vorágine del colegio y del estudio, de las actividades extraescolares y los trabajos para mañana. Sé que también les ocurre a los adultos, sobre todo a aquellos que tienen aficiones con las que completan las horas que dedican al trabajo y a la familia. 

Parte de nuestra sociedad pretende que nos comportemos como máquinas de las que solo se puede esperar un alto rendimiento. Pero el ser humano necesita tiempos dedicados a la contemplación, a practicar aquello que eleva el alma. Y en mi caso es la lectura.

Sentirse diferente es una cualidad que describe a muchos de los adolescentes que sufren por mostrar aquello que les distingue. Aquel que cree ser diferente y, por miedo a ser criticado, no muestra su verdadero yo, debería considerar que nuestras mejores cualidades no son una barrera para enfrentarnos al mundo sino todo lo contrario.

En mi caso, pensaba que no tenía nada característico que hiciese que mis compañeros pensaran que soy especial. Y me he dado cuenta de que sí lo tengo y sí lo soy. Pero no solo yo, sino cada persona, pues todos aportamos con nuestras diferencias al bien común. Es cierto que los adolescentes queremos parecernos unos a otros. Esto se percibe bien en los institutos y los colegios. Sin embargo, cada cual tenemos algo que nos hace diferentes, más allá de los resultados académicos. Se puede ser excepcional gracias a cualquier dedicación que se realice con una entrega apasionada.

Me gusta salir con mis amigos, ver la televisión e ir de fiesta, cómo a la mayoría de los adolescentes, pero he descubierto que, a parte de esto, me siento muy cómoda leyendo novelas, pues me hacen escapar de la realidad durante un tiempo para vivir experiencias sorprendentes. Además, me he percatado de algo que nunca pensé que podría gustarme: escribir. Tengo mucha esperanza en el futuro, ya que cada vez somos más los jóvenes que nos sentimos atraídos por la literatura gracias a oportunidades como Excelencia Literaria, que posiblemente nos ayudarán a abrir muchas puertas.

Mi pasión por leer comenzó gracias a las aplicaciones y plataformas digitales. Sin embargo, no pude dejar de lado la tradición de visitar una librería para elegir una novela, disfrutarla, percibir el olor de sus páginas y, sobretodo, conservarla para releerla y compartirla.

Me gusta una frase que leí: <<A veces pretendo ser normal, pero me aburro y vuelvo a ser yo>>. Creo que es una buena reflexión; ser ordinario aburre, así que debemos dejarnos llevar por lo que nos gusta.