VI Edición

Curso 2009 - 2010

Alejandro Quintana

Sin miedo

Rosana Molero, 17 años

                 Sierra Blanca (Málaga)  

Miriam volvió a ojear la página, sin atreverse a pulsar el botón grisáceo que le permitiría presentarse a la prueba.

Desde pequeña le había gustado el baile y, sin embargo, ahora que lo tenía tan fácil no era capaz de reunir el valor suficiente para mandar la solicitud e inscribirse.

«Para ganar, hay que arriesgar»... ¡Cuántas veces habría escuchado esa frase! Pero su valor se sentía flaquear ahora por un nuevo sentimiento: el miedo. Miedo a ser rechazada, a que le mirarancon malos ojos o a hacer el ridículo por un fallo a causa del previsible nerviosismo.

Le habían dicho, cientos de veces, que tenía talento, que todo le iba a salir bien. Pero llegaba a la conclusión de que era más fácil decirlo que hacerlo.

Miriam cerró los ojos con fuerza, no sin haberle echado de nuevo un vistazo a la página. Pulsó el pequeño recuadro que decía «enviar».

<<¡Ya está!>>. No había vuelta atrás. Solo cabía esperar. Apagó el ordenador con los nervios aún a flor de piel.

Días más tarde abrió su correo y encontró un mensaje de la Academia. En él venía adjunta la fecha, la hora y el lugar dónde debía presentarse.

***

Amaneció. Era su gran día. Había tenido tiempo de pensar que estaba en sus manos hacer su sueño realidad.

Se vistió tranquilamente y salió de su casa con paso firme y seguro. Ya no tenía miedo. La ansiedad se había disipado. Sabía que todo iba a salir bien. En el caso de que no fuera así, tenía la seguridad de que ella había puesto todo el empeño en la tarea, esforzándose en cada paso de baile. No le importaba que la mirasen para juzgarla.

Surcó las puertas del teatro y se presentó a los jueces. Al rato, subió al escenario. Cuando la música comenzó a sonar, danzó con una sonrisa.