XV Edición

Curso 2018 - 2019    

Alejandro Quintana

¿Sordo como una tapia?...
No, mucho más

César Martín, 14 años

  Colegio El Prado (Madrid) 

El agua fría cae desde la ducha, me meto debajo de ella, me empapo, cierro el grifo, me enjabono y… se apaga y se enciende la luz tres veces seguidas. Es la señal: debo darme prisa. Llevo demasiado tiempo en el baño. Termino de asearme y me visto.

Salgo del cuarto de baño y, después de hacerme la cama, me dejo caer en la silla de la mesa de estudio de mi cuarto. Recorro con la mirada la estantería llena de libros. Mis ojos se detienen en uno: El Conde de Montecristo. Alargo la mano y lo cojo. Lo abro y comienza la aventura.

Al rato la lámpara de la habitación se ilumina y apaga otras tres veces. Es un nuevo aviso: debo empezar a estudiar. Así que abro la mochila y tomo el libro de Lengua y Literatura. Enseguida estoy sumergido en la vida y obra de Góngora y Lope de Vega. Poco después paso a estudiar a Cervantes y Calderón de la Barca.

La bombilla de mi estancia se alumbra y mitiga otras tres veces. Es la última advertencia del día: a cenar.

Entonces enciendo y me coloco los implantes cocleares. Me acerco al comedor y sonrío a mi madre, que me saluda. Y yo, aunque parezca imposible, puedo responderle con un «hola».

Ahora el lector puede entender que las señales de luz son el código que utilizamos para comunicarnos entre mis dos hermanas sordas, mis padres y yo. Porque sí, soy sordo. Y como para ducharme, leer y estudiar no uso los implantes que me hacen oír, tienen que encender y apagar la luz para que sepa que debo acabar con lo que estaba haciendo para comenzar otra tarea.

Durante los tres primeros años de mi vida no oí nada. Y cuando digo nada es nada. Hay gente que me mira con compasión, como si portara una desgracia. ¡Qué va!... Soy sordo pero tengo la suerte de contar con medios para oír —o, mejor dicho, para interpretar las vibraciones—. Por eso quiero agradecer el desvelo de mis padres, que no solo me dieron la vida, sino que han luchado para que, de alguna manera, pueda oír.