V Edición

Curso 2008 - 2009

Alejandro Quintana

Sueños

Ana Hernández Martínez de la Riva, 15 años

                 Colegio SEK-Ciudalcampo (Madrid)  

Intenta parar de pensar... Simplemente, deja tu mente en blanco... Y ahora, pregúntate si eso es posible, porque, aunque parezca mentira, el cerebro siempre está trabajando, aunque no queramos. Con el simple hecho de querer poner la mente en blanco ya estás pensando en poner la mente en blanco, al igual que ahora que piensas en las cosas que lees y piensas en lo que piensas, cayendo de esta forma en un nunca acabar. Siempre estamos en el mismo punto porque siempre estamos pensando.

Muchos científicos han estudiado cómo actúa nuestro cerebro y han llegado a descubrir cosas que, aunque son de simple lógica, parecen importantes. Por ejemplo, que pensamos, incluso, mientras dormimos. De hecho, eso son los sueños, meros pensamientos.

Sin sueños, moriríamos, ya que liberan todo lo que ronda en nuestra cabeza. Nuestro subconsciente está activo mientras dormimos y recopila los diferentes momentos del día o escenas de tiempo atrás, lo que da lugar a diferentes sueños: alegres, fantásticos, aventureros… A veces sentimos que nuestra vida peligra: sueñas que te persiguen, así que echas a correr. Justo en el momento que te decides a hacerlo, tus piernas no responden a tus órdenes o se imponen obstáculos insalvables en tu camino. Éste último sueño, aquel en el que te persiguen, es de las más frecuentes pesadillas. Muchos científicos se han interesado en su significado, sin llegar a dar respuestas concluyentes. Así mismo, otro de los sueños más comunes es que se te caen todos los dientes de golpe. Parece raro, pero muchas personas comparten esta vivencia onírica.

Las pesadillas nos hacen pasar malos ratos. Causan desazón y hasta miedo, especialmente entre los más pequeños. Pero algo interesante sucede cuando tenemos una pesadilla: cuando nos despertamos y recordamos inmediatamente lo que hemos soñado, nos sorprende su realismo. A veces pueden salvarte la vida, ya que si te estás asfixiando porque te has tapado hasta arriba por el frío, puedes soñar que te estás ahogando y despertarte en ese instante, de manera bastante oportuna.

De todas formas, muchas preguntas seguirán sin respuesta. Por ejemplo, ¿por qué unas veces recordamos lo que soñamos y otras no?