XVII Edición

Curso 2020 - 2021

Alejandro Quintana

Un canto a
la adolescencia 

María Bartual, 15 años

Colegio IALE (Valencia)

Me dicen que intente aprovechar la adolescencia, porque son los mejores años de la vida. Sin embargo, sé de primera mano que esta no es sencilla, pues nos dejamos llevar por las comparaciones con otros chicos, nos creamos estereotipos y etiquetamos a los demás a partir de las apariencias, equivocando nuestros juicios. 

Pero no voy a guiarme por el pesimismo, ya que si algo caracteriza a los adolescentes es la tendencia a ver lo positivo de las cosas. Hace poco era una niña, disfrutaba sin necesidad de pensar demasiado y siempre confiada en las decisiones que mis padres tomaban por mí. Ahora disfruto de la libertad para seguir mi criterio e, incluso, para equivocarme, corregir mis errores y reírme de todos mis prejuicios.

Me alegra disfrutar de estos años con plena consciencia: sentarme a desayunar con mis padres y hablar del día que nos espera; charlar con mis amigas sobre temas aleatorios e incluso discutir, aportando mi perspectiva de las cosas; llegar a casa con ganas de compartir con mis padres las vivencias de la jornada. A diferencia de cuando era niña (reconozco que mi infancia fue extraordinaria) soy plenamente consciente de la felicidad que me rodea.

He comenzado a ir sola por la calle, a quedar con mis amigos (en este tiempo de pandemia, no más de seis y siempre con la mascarilla), a elegir mis aficiones, mi estilo a la hora de vestir, a decidir qué me gusta y qué no. 

Aunque pueda haber inconvenientes, las ventajas de este tramo de la existencia los superan con creces. Me siento viva, entusiasta, emprendedora, con ganas de ver lo que el futuro tiene preparado para mí. 

La adolescencia es la ocasión de adivinar los retos que nos depara el futuro, de descubrir valores como la generosidad o la solidaridad. Me ayuda a verme como protagonista en la mejora del mundo.