XVII Edición

Curso 2020 - 2021

Alejandro Quintana

Un día más 

Nicolás Mariscal, 14 años

Colegio el Prado (Madrid)  

Un rayo que se filtró entre las nubes para rebotar en los tejados de cinc. Centenares de chabolas competían por la luz y por el agua potable. Los vecinos salían a hacer cola frente a los pequeños surtidores, donde llenaban sus cubos de plásticos. El río que cruzaba el poblado estaba negro por los residuos que echaban a la corriente los habitantes de la barriada.

El hedor era insoportable, pues una montaña de residuos se corrompía en el centro de la barriada africana. Pero sus habitantes estaban acostumbrados. Eran familias que habían llegado en busca de un lugar seguro, de un futuro mejor. 

Unos niños corretearon descalzos sobre el fango, perseguidos por un perro. Los transeúntes se apartaban molestos, dejando paso a la divertida persecución. Una niña los observaba desde un ventanuco mientras se alisaba su vestido blanco. Y una mujer esperaba paciente su turno en la peluquería. Llevaba un tiempo ahorrando para que le hicieran un nuevo peinado. Más tarde, un hombre entró en un colmado para gastarse sus pocas monedas en un trago de alcohol, y así olvidar que el estómago le dolía por no comer.

Poco a poco el cielo oscureció. La luna y las estrellas eran la única fuente de luz.

Los niños habían dejado de correr descalzos por el fango. El perro se había cansado de perseguirlos. La niña del vestido blanco le tocó el pelo a su madre. Y el hombre... el hombre miraba a su familia con ojos agradecidos. Habían sobrevivido un día más.