III Edición
Curso 2006 - 2007
Un domingo cualquiera
Eduardo Molinero, 14 años
Colegio El Prado (Madrid)
El domingo es uno de mis días favoritos, porque lo paso junto a mi familia, descanso y puedo hacer las cosas que me gustan. Normalmente, por la mañana suelo acudir a as carreras de caballos. Cuando mi padre era joven, también iba al Hipódromo de la Cuesta de las Perdices con sus amigos. Ahora que han vuelto a abrir el Hipódromo de la Zarzuela, me gusta contemplar los caballos en el paddock, antes de las carreras, y luego verlos correr. De vez en cuando apuesto algún euro y suelo cobrar, no demasiado, para tomarme algún refresco y un bocadillo de chistorra, que allí los hacen buenísimos.
Cuando acaban las carreras, nos vamos a comer en un restaurante y después a casa, en donde estudio un poco lo que no he estudiado el sábado. Si juega el Atlético de Madrid en su campo, vamos mi padre y yo al partido, porque somos socios de ese equipo que, aunque no gane demasiadas veces, para mí es el mejor del mundo. Si no vamos al fútbol, me quedo en casa leyendo un poco o jugando a la Play Station y escuchando los resultados de los partidos por la radio. Más tarde preparo la cartera, porque al día siguiente se acaba lo bueno y hay que seguir con el curso.